Tu olor es el perfume que siempre quiero tener impregnado en mi cuerpo, ese olor que me diste una noche a la luz de la luna, que parecía estar feliz porque encontró su lugar en ti, en mi, en nuestros cuerpos unidos, iniciando todo con un juego de seducción donde no se tenía la intención de llegar a una situación tan intensa, donde se hizo un maravilloso uso de nuestros cinco sentidos, hicieron compañía las caricias, mordiscos, rasguños, ósculos, el roce de mi cabello en tu pecho y tu espalda, ligados con sensuales movimientos. Dando como resultado latidos con un ritmo descontrolado, suspiros, gemidos, placer, excitación y orgasmos. Tus besos son una pequeña chispa de electricidad que enciende todo mi cuerpo solo con el roce de tus labios con los míos.
Sthephani Molina.
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