jueves, 24 de febrero de 2011

Encuentros pt.1

Nadie tenía por qué enterarse que estábamos allí, total, era una fiesta algo "alocada" y cada quien andaba perdido en su propio universo.
Nadie tendría razón para reparar en ese baño.
Tú entraste para despejar tu mente bajo el agua fría de la regadera, y yo, por el simple hecho de querer seguirte.
Había algo que me atraía de tí desde un principio, y quería averiguar qué era.
No sé si "incómodo" sería la palabra adecuada para definir el momento en que cerré la puerta del baño con seguro y nuestras miradas se cruzaron.
¿Era esto un pacto silente, hecho al instante de conocernos minutos atrás?, no lo sabía, pero no era normal la situación,
aunque tú parecías satisfecho por algo.
Yo sólo te miraba. Me diste la espalda y comenzaste a quitarte la ropa, así, naturalmente, como si no hubiera nadie más que tú en aquel lugar.
Me acerqué a tí, pero una mirada fugaz me hizo parar en seco, pero luego seguí... y entramos en la regadera.
Yo estaba totalmente vestido, mientras tu desnudez estaba incompleta por un boxer.
Abriste la regadera, volteaste hacia mí, te acercaste con firmeza y me fuiste quitando la ropa,
ya algo mojada por el rocío de la ducha y por un sudor frío que recorría mi cuerpo hacía rato ya. Me besabas mientras tanto, y yo daba alguna resistencia,
por pudor intrínseco supongo, pero así lograste quitarme la camisa al momento que yo te daba la espalda para hacerte, por fin, más fácil el trabajo.
Nunca supe cómo, pero te quitaste el boxer y desaparecio de la regadera. Las puntas de tus dedos rozaban mi espalda, convidándome a voltearme,
haciéndome sentir cosquillas. Mi pantalón estaba sin correa ya, desabrochado ya, y yo, sintiendo todo aquello, sucumbí al deseo,
me volteé, tomé tus caderas, y te acerqué hacia mí, colocando nuestras bocas a solo milímetros de distancia.
Rozamos nuestros labios, sin besarnos, para que el deseo se hiciera mayor. Tus manos, desde mi pecho, empezaron a bajar, buscando la manera de bajar mi bragueta para quitar ese estorbo de tela que no te permitía tocar todo mi cuerpo.
Yo te miraba profundamente, dejándome llevar por esos sentimientos de deseo.
Y así fue... Lograste quitarme los pantalones y, sin pena ni pericia, lograste bajar mi ropa interior. Nuestro cuerpos estaban desnudos, frente a frente,
y el deseo y placer fueron mayores, y el beso que vino después fue tan intenso y profundo que ambos caímos en ese pozo sin fin.
El deseo venció al pudor, y las bocas se comieron las almas. Las manos exploraron lo inexplorable de cada cuerpo. Lo intangible se volvió tangible
y ya no existieron más territorios vírgenes para nosotros.
De repente, tomé tu cara y la alejé un poco para vernos los rostros; era un éxtasis incompleto. Faltaba algo en esa inmensidad... y entonces ocurrió...

J y E

4 comentarios:

  1. ¿ Porqué no lo llevas al cine ?, El Oscar te espera, como mejor Documental erótico del año.
    jajaja XD, XD, XD.

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  2. Hola Kath, ¿Cómo Estás Cariño? Yo Contento por que se ha activado este bello Blog. ¡Confiesa que lo tenías un tanto olvidado! Claro se que es algo difícil mantenerlo al día, por que todos tenemos múltiples ocupaciones. Bye.

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  3. Todo bien chico! jeje que bueno que te alegre que se haya reactivado, esperemos la gente tenga nuevas cossas que contarno, un beso. Saludos

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