He tenido muchos problemas en casa; a veces no entiendo porque. O si es simplemente ganas de perturbar mi paz. Me han dicho de “puta” para arriba, como si no me conocieran, como si no supieran que soy una persona sana. Sí, tengo mis vicios, como todos. Todos tienen alguno. Mis vicios son: el cigarrillo, a veces el alcohol, la paz, mi soledad, mi poesía, bailar, hablar. Jamás he probado las drogas, no por no tener oportunidades, si no porque simplemente, no me llama la atención. Tal vez piensan, que si me controlan, pueden evitar que me vaya, yo quiero independizarme, quiero vivir mi vida y asumir mis responsabilidades, si es necesario aprender a golpes, se aprende, no importa que caigas lo importante es que te levantes con la cara bien en alto. Hace días, mi madre me dijo que tenía que hablar conmigo y yo me senté a escucharla; porque ella habla, alza la voz como si así se me quedaran las palabras más grabadas en la cabeza. Claro, esta vez fue diferente… Me dijo cosas que no puedo olvidar, me alzo la voz diciendo: “¿Qué tanto haces con personas como ESAS?, ¿Acaso no sabes que ese TIPO de gente, no es sana? ¿Acaso no estás consciente de que los homosexuales no te dejaran nada? Tú verdaderamente, estás dañando tu vida con esas personas…” y fue como un disparo al corazón de verdad. Porque dentro de ese TIPO de gente, estoy yo. Alguien que defiende su homosexualidad al límite. Y duele, sentir tanto orgullo mientras la mujer de tu vida, te denigra inconscientemente. Ella dice que no me dejaran nada, y puedo jurar que de ellos he aprendido las mejores cosas. Porque no es fácil ser homosexual, no es fácil que te juzguen. Y si embargo estamos ahí, porque somos seres humanos igual que todos. Mi familia no sabe que soy lesbiana, por diversos motivos, porque son católicos y dentro de la familia hay, curas, catequistas, monjas y demás; los cuales apenas escuchan la palabra GAY se escandalizan, discuten y denigran. No es fácil asumirlo ante ellos, aunque definitivamente no es por falta de ganas. Sé que algún día tendré el valor suficiente; tengo la lejana impresión de que será muy pronto; y me sentiré mucho mejor y más orgullosa de ser quien soy.
Quien te quiere, te quiere como eres y por lo que eres. Ser diferente no es un problema, el problema es ser tratado diferente.
May.
Tienes toda la razon, ojalá existiera gente como tu y como yo para hacer la diferencia en este pais tan tercermundista! Un beso donde quiera que estés!! checa mi blog, hay cosas nuevas.
ResponderEliminar" Ser diferente no es un problema, el problema es ser tratado diferente." Muy cierto! ese es el problema.. la vida del homosexual (y de los travestis y transexuales) no es nada fácil... fácil sería ser "normales" dentro de lo que la sociedad considera normal, pues, nos ahorraríamos muchas molestias. Pero, no podemos jugar a ser "normales" bajo sus reglas.. somos quienes somos y deberíamos tener la libertad de serlo libremente no? pero bueno, no es algo que va a pasar de la noche a la mañana, en cualquier lado va haber gente en desacuerdo, gente que quiere a los gays muertos (me he topado con gente que me ha dicho:deberían quemar a todos los maricos) pero bueno, usualmente las primeras personas en actuar así, son nuestras familias, yo tampoco le he dicho a mi familia de mi orientación, pero deben sospechar bastante, porque se la pasan criticando a la comunidad LGBT, insultando a los gays, supongo que creen, que hablandome mal de ellos yo no les saldré con que soy lesbiana, pero, eso es un mecanismo de defensa... No te preocupes porque no les has dicho, diles cuando estés lista o en el momento que tu quieras, no es que te vas a morir si no les dices, deja que la vida muestre sus cartas, y después muestra tu las tuyas, con estrategia, porque aveces por desesperación podemos cometer un gran error, y no es que decirles que seas gay sea un error, el momento, podría no ser el adecuado para ti, porque si no estás lista para lo que te vas a enfrentar, vas a salir mal, emocionalmente hablando.
ResponderEliminarBesoss :)