martes, 8 de junio de 2010

Un poco de Rosa en este Blog o Un cuento de hadas vuelto realidad...Pt.2

Por mucho tiempo sufrí, lloré y me pregunté si ella realmente sería esa persona que me haría feliz, cuando sólo traía dolor a mi vida, me llené de impotencia, de rabia, yo había creído en ella y ella sólo me había fallado; pero a pesar de todo este conflicto y abatimiento, nunca perdí la fe en ella, en nosotras, en lo que había podido vislumbrar al comienzo, que de alguna extraña manera se había diluido en el tiempo mas no en mi memoria ni se había zafado de mi alma, y como una perfecta desquiciada luché contra todo, contra el viento de su inseguridad, contra la marea de sus errores, contra el polvo de nuestro entorno familiar, contra las piedras de lo imposible, contra las cuestas de nuestra inestabilidad, contra las lluvias de nuestra inmadurez; éramos muy niñas, actuábamos motivadas por el impulso, y en el camino nos hicimos daño... Pero a pesar de todo esto, Nos Amábamos, caray, ¡sí que nos amábamos! Ella no aguantó más y se fue, nos dejó sumidas en un mar de desesperanza y pérdida de sentido total, y de veras sentí que todo lo había hecho en vano, que había luchado para nada y que no merecía ser apreciada. Fueron meses fríos, con el amargo sabor de la soledad, la hiel del desprecio, y el agridulce de la dualidad amor/odio como rescoldo de una relación sólo comparable al fuego puro. Pero... Ella volvió, y me demostró que tantas lágrimas, tanta lucha, tanta paciencia y tanto compromiso, daba su fruto; volvió reformada, volvió enamorada, más que siempre, genuina y sinceramente enamorada; volvió para mí, como desde un principio yo había sido para ella; y desde ese día, hemos empezado a reescribir nuestro cuento de hadas, nuestra mejor historia, en letras de fuego, en letras imperecederas, en letras que quedarán para el recuerdo de todos aquellos que compartan esta historia.

No pretendo brindar moraleja de tan intrincada historia, les dejo a mis queridos lectores libertad para que hallen aquí, lo que les sea más propicio hallar de acuerdo a su estado de ánimo o condición; sin embargo, no puedo evitar, con justificación en mi propia historia, cerrar con un sincero consejo para todos, profesen el credo que profesen, crean lo que crean, sean lo que sean, y amen lo que amen: Luchen por lo que quieran... Luchen y nunca se rindan.

Ritzell & Dahill

3 comentarios:

  1. Es muy exacto la lucha entre el amor y el odio. diste en la clave para mi, xq lo q es realmente para ti, regresa! :D

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  2. Me identifique con tu relato; parecía mi historia. Pero no! la mia no tuvo un final felíz.

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